Un hombre de Texas sera ejecutado este martes por la noche tras prenderle fuego a una empleada que murio por las quemaduras, durante un robo en una tienda de conveniencia hace más de una década.
Matthew Lee Johnson fue condenado por la muerte en 2012 de Nancy Harris, una bisabuela de 76 años, quien fue rociada con líquido para encendedores y le prendió fuego en una tienda en Garland. Murió posteriormente por las graves lesiones.
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MIRA AQUÍ GRATIS Johnson, de 49 años, tenía programada una inyección letal después de las 6 p.m. en la penitenciaría estatal de Huntsville.
La suya era una de las dos ejecuciones programadas para el martes en EE.UU. En Indiana, Benjamin Ritchie tenía programada una inyección letal por el asesinato de un policía en el año 2000.
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SUSCRÍBETE Estas dos ejecuciones forman parte de un grupo de cuatro programadas para dentro de aproximadamente una semana. El 15 de mayo, Glen Rogers fue ejecutado en Florida. El jueves, Oscar Smith recibirá una inyección letal en Tennessee.
David Dow, uno de los abogados de Johnson, declaró que no interpondrá ninguna apelación final ante la Corte Suprema de Estados Unidos para detener la ejecución. Tribunales de apelación de menor rango habían rechazado previamente las solicitudes de los abogados de Johnson para suspender su ejecución.
La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas denegó el viernes la solicitud de Johnson de conmutar su pena de muerte por una pena menor.
En apelaciones anteriores, los abogados de Johnson argumentaron que su sentencia de muerte era inconstitucional porque se le había determinado indebidamente como un peligro futuro para la sociedad, una determinación legal necesaria para condenarlo a muerte. Sus apelaciones más recientes argumentaron que la fecha de su ejecución había sido ilegal.
Un video de seguridad capturó parte del ataque contra Harris.
Con quemaduras graves, pudo describir al sospechoso antes de morir varios días después del ataque del 20 de mayo de 2012. La ejecución de Johnson está programada para 13 años después del día en que Harris fue atacada.
La culpabilidad de Johnson nunca ha estado en duda. En su juicio de 2013, admitió haber prendido fuego a Harris. Expresó su remordimiento y se llamó así mismo "la escoria más baja del mundo".
"Lastimé a una mujer inocente. Le quité la vida a un ser humano. Fui la causa. No era mi intención matarla ni lastimarla, pero lo hice", dijo Johnson.
Johnson afirmó no tener conciencia de lo que había hecho, ya que se encontraba bajo los efectos de drogas tras fumar crack por valor de 100 dólares. Sus abogados informaron al jurado que Johnson tenía un largo historial de adicción a las drogas y que había sufrido abusos sexuales en su infancia.
En documentos judiciales, la Fiscalía General de Texas indicó que las diversas apelaciones de Johnson han sido intentos de retrasar la sentencia de muerte legal.
"Trece años después de la comisión del delito de Johnson, ya no se debe negar la justicia", declaró la Fiscalía General en una petición judicial presentada la semana pasada.
Harris había trabajado en la tienda de conveniencia durante más de 10 años, viviendo a tan solo una cuadra y media de distancia, según el testimonio de su hijo, Scot Harris. Tenía cuatro hijos, 11 nietos y siete bisnietos.
La fiscalía afirmó que Harris llevaba poco tiempo trabajando en su turno de domingo por la mañana cuando Johnson entró, le echó gasolina en la cabeza y le exigió dinero.
Tras tomar el dinero de la caja registradora, le prendió fuego a Harris y salió tranquilamente de la tienda, según documentos judiciales. Harris intentó desesperadamente apagar el fuego y extinguir su ropa, saliendo de la tienda y gritando pidiendo ayuda antes de que un policía usara un extintor para apagar las llamas que cubrían su cuerpo. Johnson fue arrestado aproximadamente una hora después.
Harris sufrió extensas quemaduras de segundo y tercer grado en la cabeza, la cara, el cuello, los hombros, la parte superior de los brazos y la pierna, y sufrió mucho dolor en los días previos a su muerte, según declararon una enfermera y un médico.
Si se lleva a cabo la ejecución, Johnson sería la cuarta persona ejecutada este año en Texas, históricamente el estado con mayor número de ejecuciones del país. Si se llevan a cabo las dos ejecuciones del martes, el total de condenas a muerte ejecutadas en todo el país ascendería a 18 este año.
